EVALUACIÓN DE GENOTIPOS DE AMARANTO PARA ADAPTABILIDAD PRODUCTIVA EN EL NORESTE DE MÉXICO
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Resumen
Para definir su capacidad de producción de grano e introducir al amaranto (Amaranthus spp.) como cultivo para el ciclo agrícola de Otoño–Invierno (OI) en el noreste de México, en el Campo Experimental de la Facultad de Agronomía de la Universidad Autónoma de Nuevo León, Marín N. L., México, se condujo un experimento bajo un diseño de bloques completos al azar con arreglo en parcelas divididas y dos repeticiones. Se probaron cuatro genotipos de Amaranthus hypochondriacus L. (655, 153-5-3, 653 y Criollo Tlaxcala) y uno de A. cruentus (33) ubicados en parcelas grandes y cuatro densidades de plantas (31 250, 41 666, 62 500 y 125 000 plantas/ha) en las subparcelas. Se analizó el rendimiento de grano (RG), rendimiento de forraje verde (FOVER), altura de planta (AP) y longitud de panícula (LP). Para RG, en todas las densidades de población el genotipo 33 de A. cruentus superó a los genotipos de A. hypochondriacus, y a 125 000 plantas/ha el genotipo 33 expresó el RG más alto (1 637.5 kg ha-1); para los genotipos de A. hypochondriacus el RG más alto lo presentó el genotipo 655 (306 kg ha-1). La fuerte diferencia en adaptabilidad entre los genotipos de estas dos especies de amaranto a las condiciones ambientales del noreste de México, se explica porque en este ciclo agrícola la floración del amaranto coincidió con días largos y temperaturas superiores a 40 0C, las cuales fueron toleradas por el genotipo 33 de A. cruentus, pues esta especie está adaptada a altitudes de 400 a 1 500 m y climas cálidos del centro y sur de México, no así los genotipos de A. hypochondriacus que se siembran en altitudes de 1 500 a 2 200 m en los Valles Altos Centrales del país, donde la floración ocurre cuando las temperaturas máximas son menores a 27 0C. El genotipo 33 superó a los demás en FOVER y LP; y para AP los genotipos 33 653 y 153-5-3 fueron superiores a los demás. Preliminarmente se estableció que el genotipo 33 de A. cruentus sembrado a 125 000 plantas/ha puede utilizarse para la producción de grano y forraje en el ciclo otoño-invierno en el noreste de México, no así los genotipos de A. hypochondriacus, que son muy sensibles a días largos y a altas temperaturas en floración.